¿Tenemos cruces en las escuelas venezolanas? Muchas, algunas más pesadas que otras, algunas son cruces desde hace años. En esta Semana Santa que comienza el domingo de ramos, hagamos visibles algunas de esas cruces y también signos de resurrección que existen, y que pueden replicarse.

1.- Primera estación. Hoy tampoco hubo agua en la escuela. No se puede tener clases sin agua, pues imposible limpiar los baños, y los camiones cisternas cobran mucho por llenar los tanques. La falta de agua es una de las causas más frecuentes de suspensión de clases en las escuelas públicas y subsidiadas.

2. segunda estación. ¡Se fue la electricidad de nuevo! Y con estos calores que están haciendo, se pone difícil la atención en salones, a veces mal ventilados. Hay ciudades en donde los apagones pueden durar 5 horas. Las escuelas no están resguardadas de las caídas de la electricidad.

3.- Tercera estación: ¡Faltó casi la mitad del salón a clases! La inasistencia de estudiantes se ha incrementado, las familias no tienen para el desayuno, a veces tampoco para los pasajes, y eso no ayuda al aprendizaje. Los niños, niñas y adolescentes necesitan asistir a clases, no solo para aprender a leer, también para aprender a convivir.

4.- Cuarta estación: William salió de 6to grado y casi no entiende lo que leer. Según estudios de la UCAB y de la Red de observadores escolares, son muchos los niños que no están adquiriendo la competencia de la compresión lectora. Salen de 6to grado sin poder sacar la idea central de un texto, por ejemplo. Unos cuantos se gradúan de bachiller sin esa competencia.

5.- Quinta estación: renunció otra maestra y no han puesto sustituto. Venezuela ha perdido el 25% de su personal en educación en los últimos años. Razón: los bajísimos salarios. Los educadores venezolanos son los peores pagados en toda América Latina, sus ingresos son mas bajos que los de Cuba y Haití. ¿Cómo se puede trabajar sin poder mantener a la familia?  Y sin maestros no hay escuela.

6.- Sexta estación: la maestra está viniendo con zapatos rotos a dar clases. Esta cruz no se veía antes, pero según la organización Con la Escuela y su Red de observadores escolares, casi la mitad de los maestros llega caminando a su trabajo y de esos, casi la mitad no pudo comprar calzado el año pasado.

7.- Séptima estación: hubo otra pelea en la escuela. La violencia escolar se ha incrementado. Los niños, niñas y adolescentes están creciendo en ambientes violentos y eso es lo aprenden, resolver los problemas con golpes. También el acoso escolar se ha incrementado.

8. Octava estación: hubo que suspender clases por un intercambio de balas entre bandas delictivas de la comunidad. A veces las mismas bandas avisan que habrá enfrentamientos para que suspendan. El delito ha ido agarrando terreno en Venezuela, no solo la Cota 905 en Caracas. Una cruz pesada y peligrosa.

9.-  Novena estación. Los estudiantes de escuelas públicas sólo están teniendo 2 o 3 días de clases a la semana. ¡Terrible! Si con 5 días cuesta aprender, ¿qué tal con dos o tres?. Esta cruz es reciente, desde hace un año. Muy pesada y trágica.

10.- Decima estación: se suicidó un adolescente en su casa. Tenía problemas con su padrastro y decidió acabar con su vida. No es el único. Los suicidios y los intentos de suicidios se han incrementado entre adolescentes en este país. Esta cruz es nueva y muy pesada.

Signos de resurrección en la escuela venezolana

Podríamos seguir con este vía crucis, añada usted las que conoce, pero queremos mencionar signos de resurrección.

Una escuela resucita con ese trabajo heroico de los educadores que perseveran, esos que subsidian la educación cuando en su otro tiempo, vendiendo café, dando clases particulares.

Se resucita también cuando hay programas que ayudan a los maestros como esa que impulsa la UNIMET: Leo, juego y aprendo,  que se lleva en mas de 300 escuelas del país y que promueve la enseñanza de la lectura en educación inicial y en primero su segundo grado.

Se resucita cuando hay programas como el de  Fe y Alegría, Madres promotoras de paz, para dar herramientas a las madres y sea mejores madres y enseñen a convivir.

En este mismo orden de ideas, se resucita en una escuela cuando hay organizaciones como el Centro Gandhi que enseña a niños y a maestras a tener la no violencia como forma de relacionarse.

Se resucita en una escuela cuando los educadores inventan, se forman para enseñar sin aburrir y organizan actividades atractivas para los alumnos que les permiten participar.

Se resucita en una escuela cuando se promueven organizaciones infantiles y juveniles como el grupo Huellas, creado por los jesuitas y en alianza con Fe y Alegría forma líderes positivos.

También se resucita cuando se conforman alianzas para salvar la educación, academias, periodistas, empresarios, autoridades, que no esconden los problemas, los hacen visibles y deciden enfrentarlos.

También podríamos seguir mencionando signos de resurrección, no suficientes todavía pero que siembran esperanza.

Ayude a cargar cruces de las escuelas de sus hijos y conocidos, y súmese a los signos de vida.  

Luisa Pernalete es integrante del Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín de Fe y Alegría Venezuela

@luisaconpaz

Las opiniones expresadas en la sección Red de Opinadores son responsabilidad absoluta de sus autores