Carlos Contreras, ingeniero forestal y profesor de Ecología de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), exhortó a establecer una alianza nacional para implementar una estrategia de mitigación y neutralidad de la degradación de la tierra en Venezuela.

En una entrevista este miércoles 19 de junio en el programa De Primera Mano de Radio Fe y Alegría Noticias, Contreras subrayó que existe una estrategia para el 2030 en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero es necesario involucrar a toda la sociedad civil, gremios, academia y sector privado. 

“Hay áreas que no pueden seguir siendo ocupadas; tienen que ser restauradas y tiene que haber un Programa Nacional de Reforestación desde la cuenca alta, media y baja”, indicó.

El docente explicó que la degradación de la tierra afecta a 17 estados, siendo Falcón, Lara, Sucre y Nueva Esparta los que presentan la mayor superficie de desertificación.

Contreras explicó que la diversidad geográfica de Venezuela, con 27 zonas climáticas, 12 tipos de vegetación natural, 23 tipos de relieve y 38 grandes unidades geológicas, complica la situación. 

Las zonas centro-norte costeras, que registran precipitaciones menores a 500 mm y tasas de evapotranspiración de hasta 3000 mm anuales, son particularmente vulnerables a la desertificación.

Principales problemas 

El ingeniero forestal señaló que la utilización anárquica de los recursos por la deforestación y el uso indiscriminado de aguas superficiales y subterráneas, llevó a la salinización de acuíferos y la sobreexplotación de la vegetación.

Mientras que la deforestación de las cuencas altas, particularmente en las regiones del piedemonte andino, provocó desviaciones de cauces superficiales y conflictos de uso de la tierra. 

Contreras se refirió también al impacto negativo del desarrollo turístico tipo resort en zonas costeras y la afectación de humedales en el norte del país. “Tenemos un problema grave de ocupación anárquica de los territorios, sin el control y la racionalidad ecológica que se amerita en estos casos”, enfatizó.

Otro problema crítico mencionado por Contreras es la seguridad agroalimentaria, afectada por la pérdida de suelos: aunque solo el 6 % del territorio venezolano es seco, entre el 14 % y el 18 % del área está en proceso de degradación. 

“Es urgente regularizar la ocupación de los espacios y detener la tala indiscriminada para leña”, propuso.

¿Cómo abordar estas problemáticas?

Para abordar estos desafíos, sugirió implementar un programa bioenergético de producción de madera y plantaciones forestales con fines bioenergéticos. 

Resaltó la necesidad de recuperar las áreas contaminadas en Zulia por la industria petrolera y en Oriente por la minería. Asimismo, reducir los incendios forestales y recuperar las áreas agrícolas y pecuarias afectadas por la sobreexplotación y el sobrepastoreo.

Igualmente, destacó la importancia de que Venezuela cumpla con los compromisos vinculantes de los tratados de las Naciones Unidas sobre cambio climático y degradación. 

“Debemos honrar estos compromisos y establecer estrategias para frenar la desertificación y mitigar sus efectos”, concluyó.

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