Unas 20.000 personas se acercaron este domingo 27 de abril a la basílica romana de Santa María la Mayor para visitar la tumba del papa Francisco, abierta hoy por primera vez al público tras su sepelio el día de ayer.
Según la agencia de noticias EFE, los cuerpos de seguridad indicaron que unas 13.000 personas consiguieron entrar cerca de la medianoche, mientras que el resto esperó su turno en largas colas.
En el interior de Santa María la Mayor, reposa desde la víspera el papa Francisco en su tumba, de piedra y con tenue iluminación, donde recibió sepultura en una ceremonia privada este sábado después de su multitudinario funeral.
Al pontífice argentino lo despidieron con un funeral solemne en la plaza de San Pedro del Vaticano y, posteriormente, su féretro atravesó la Roma más monumental en un cortejo fúnebre hasta llegar a Santa María La Mayor.
Este antiquísimo templo, uno de los cuatro papales de la ciudad y cuyos orígenes se atribuyen a un milenario milagro, lo eligió Francisco para construir su sepultura pues custodia una Virgen de la que era muy devoto, la ‘Salus Populi Romani’.
La sepultura del papa Francisco está a un lado de la capilla que la alberga y consiste, tal y como pidió en su testamento, en una lápida sencilla de piedra de Liguria, la tierra de sus orígenes italianos, con una única inscripción: ‘FRANCISCUS’, en latín.
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