Espiritualidad. Martes 14 de julio de 2020.
Por Pedietri Ramírez.
El bien y el mal en nosotros
La parábola del hijo pródigo es la descripción de dos maneras de comportamiento de los seres humanos. ¿Quién de nosotros en algún momento no se ha visto reflejado en ellas?
Ante Dios no vale decir soy de esta o aquella religión, porque hay muchos que no profesan ninguna, pero sus actos dan mayor testimonio de solidaridad, justicia y amor al prójimo que muchos creyentes y muestran a otros los signos del Reino de Dios.
Hagámonos consciente de lo que provocamos con nuestras palabras y comportamientos. Que sea un ejercicio cotidiano pensar antes de actuar y medir las consecuencias de lo que hacemos. Que cuando nos invada algún sentimiento mezquino, nos demos cuenta y reorientemos lo que pensamos hacer.
Pongamos en práctica un comportamiento que busque el bien común, obremos sin medir los beneficios personales. Insistamos, en lo profundo de nuestro ser, para que prevalezca en nosotros el deseo de hacer el bien y reflejar la ternura de Dios Padre a quienes se encuentren cerca de nosotros. “Hagamos el bien y hagámoslo bien”.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
