Una Palabra Oportuna No. 1687

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Oración de la mañana. Jueves 31 de marzo de 2022.

Por Herlinda Gamboa Narra Julitze Mayurel.

Cafecito de la esperanza en camino de conversión

Señor Jesús, en este rato de oración, te suplico que me descubras el sentido profundo de las Escrituras. Nos dices que Moisés escribió de ti. Hoy quiero leerlas con esta nueva luz que tú me das. Voy a verte a ti en ellas. Así su lectura me resultará apasionante. Me acercaré a los profetas y te leeré a ti, a los salmistas y te escucharé a Ti. Al Cantar de los Cantares y me enamoraré de Ti.  Qué hermosas las palabras que dedicas a  Juan: “Lámpara que arde y alumbra”. Sólo el que arde puede alumbrar, incendiar, cuando las lámparas están llenas de aceite, están aptas para recibir al esposo. Las lámparas sin aceite, brillan un momento y se apagan.

Son como fuegos artificiales. “La certeza, la fe en que Dios existe nos cambia, la vida, futuro es luz, tenemos una orientación para saber cómo vivir. Por eso, creer constituye el sentido fundamental de nuestra vida, me impulsa a adherirme a Dios, y a encontrar así el lugar y  modo dónde y cómo vivir. Creer es seguir la senda señalada por tu palabra. Los apóstoles en el día de Pentecostés llevaban “lenguas de fuego”. Y salieron del Cenáculo dispuestos a incendiar el mundo con el fuego del amor. Escribieron de ti Moisés, los Profetas, los Sabios, los Salmistas.

Por eso dirá San Agustín: Si leo el A.T y no te descubro la lectura no tiene sentido, la clave para leerlo es encontrarte en él. Si te descubro su lectura se me hace sabrosa y embriagadora.  El A.T. es como la madre fecunda que te lleva en sus entrañas. Es curioso que en este trozo de Evangelio salga “nueve veces” la palabra “testimonio”.  Hoy todos buscamos “testigos”. Los maestros enseñan de lo que han aprendido en los libros; los “testigos” narran lo que han visto y oído. Son viajeros que cuentan lo que han descubierto en ese Océano infinito de Dios. Ayúdanos a ser testigos de tu amor y misericordia.

Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.