Un espacio para caminar con Jesús
Tips para discernir la realidad
Lunes 03 de marzo de 2025
Por: Antonio Pérez Esclarín
Sin maestros no hay escuela
Son trágicas las noticias que nos informan que de seguir así, en unos pocos años, Venezuela va a quedarse sin maestros. Los jóvenes no quieren estudiar educación, fundamentalmente por los sueldos miserables que reciben los educadores. Y si bien es cierto, que sin maestros bien formados, bien remunerados y reconocidos, que viven con orgullo su vocación será imposible una educación de calidad; es también evidente que sin maestros no hay escuela.
Por ello, necesitamos que el país se una en torno a la defensa de la educación y de los educadores. Los jóvenes deben entender que a pesar de todo, la profesión de educador es la más digna y trascendental para el desarrollo económico, social y humano de los pueblos. Ser maestro o educador es algo más complejo, sublime o importante que enseñar biología, matemáticas, inglés o robótica.
Educar es alumbrar personas autónomas, libres y solidarias, mirar con cariño y con respeto, escuchar las palabras y los silenciosos. El quehacer del educador es misión y no simplemente profesión, implica no solo dedicar horas sino dedicar alma, exige no solo ocupación sino vocación. Por ello, la invitación a estudiar educación es para jóvenes valientes, generosos y serviciales, que exijan sus derechos y cumplan sus deberes para contribuir a la salvación de Venezuela.
Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.