Una Palabra Oportuna 3403

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Un espacio para caminar con Jesús

Oración de la mañana

Miércoles 31 de julio de 2024

Por: Herlinda Gamboa

Narra: Julitze Maryurel

Señor Jesús, Tu Reino es paz, amor, justicia y libertad

Cafecito de la esperanza con san Ignacio de Loyola en oración por Venezuela

“El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo…también a un comerciante en perlas finas” Señor Jesús, Tu Reino es paz, amor, justicia y libertad. Alcanzarlo es, a la vez, don y responsabilidad humana. El tesoro escondido, la perla preciosa, eres Tú.  El real y auténtico descubrimiento de Dios nos trae la alegría. Ante la grandeza del don divino constatamos la imperfección de nuestros esfuerzos, que a veces quedan destruidos por el pecado, las guerras y la mentira que parecen insuperables. Debemos tener confianza, porque lo que parece imposible para el hombre es posible para Dios. La búsqueda nos hace estar abiertos, taladrar la vida cotidiana para encontrar lo esencial. Celebramos a San Ignacio de Loyola, un buscador incansable, “un pobre soldado” que después de haber servido al rey y a sus convicciones hasta derramar su sangre, herido en el cuerpo y en el espíritu, se había despojado de todo y tenía el propósito de seguirte en pobreza y humildad. En ese momento, poco le importa hospedarse en albergues pobres o retirarse a una cueva para orar, ser “estimado por vano y loco”.  La guerra que lo sacó de Pamplona fue el detonante de su conversión, la peste que le impidió llegar a Barcelona y lo retuvo en la cueva de Manresa. Es una gran lección para nosotros, guerras y pestes no nos faltan para que lleguemos a convertirnos. Podemos asumirlas como una oportunidad para cambiar el rumbo, invertir en encontrar el tesoro, sin importar donde nos encontremos y la misión que realicemos. Las crisis se convierten en oportunidades de conversión, cuando Te reconocemos como nuestro Dios. San Ignacio se mostró dócil a esa llamada, no retuvo esta gracia para sí, la consideró desde el principio un don para los demás, un camino, un método que podía ayudar a otras personas a encontrarte, abrir el corazón y dejarse interpelar por Tu Evangelio. Seremos jóvenes siempre que busquemos, preguntemos, y nos sorprendamos de ser capaces de amar y servir a todos. Que no me canse nunca de buscarte. Que no deje de entrar más adentro, en la espesura de Tu amor. Danos Tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.

Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.