Una Palabra Oportuna 3352

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Un espacio para caminar con Jesús

Tips para discernir la realidad

Viernes 05 de julio de 2024

Por: Antonio Pérez Esclarín

Cuánta más felicidad damos más nos llenamos de ella

La búsqueda de la felicidad es la gran aspiración de los seres humanos a lo largo de toda la vida y, a mi modo de ver, debería ser el objetivo esencial de la educación. Pero, el problema radica en que muy pocos se preguntan cómo la conciben o la confunden con el bienestar, con la riqueza, con el placer, con la fama y el éxito y gastan la vida acumulando cosas, escalando posiciones sin encontrar la felicidad. Tolstoi decía que el secreto de la felicidad no consiste en hacer siempre lo que uno quiere, sino en querer siempre lo que uno hace, es decir, en vivirlo todo intensamente con talante positivo. La gente más feliz no es la que tiene lo mejor de todo sino la que hace lo mejor con lo que tiene. No olvidemos que felicidad viene de la palabra latina fénix que significa fecundo, fértil fructífero, lo que indicaría que la felicidad tiene que ver con la generosidad y la entrega. Recuerda siempre que las dos cosas más importantes en la vida, que son el amor y la felicidad, solo se consiguen dándolas. Si quieres llenarte de amor da mucho amor, si quieres ser feliz, dedícate a hacer felices a los demás. Cuánta más felicidad damos más nos llenamos de ella.  La felicidad es una puerta que se abre siempre hacia afuera. En breve, el secreto de la felicidad reside en darla y no en esperarla, pues solo el amor, es decir, la capacidad de vivir dando vida nos llena de felicidad.

Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.