La reciente intervención de la cárcel de Tocorón, considerada la base de operaciones del Tren de Aragua, ha dejado más preguntas que respuestas.
Así lo consideran las periodistas Liz Gascón y Rosanna Battistelli, quienes, en un artículo publicado por El Pitazo acerca de lo sucedido en la prisión de Tocorón, despliegan cada una de las incógnitas y complejidades que rodean este operativo y su impacto en la “megabanda del Tren de Aragua”.
El Gobierno de Nicolás Maduro anunció la Operación de Liberación Cacique Guaicaipuro el miércoles 20 de septiembre de 2023, con el objetivo de desarticular bandas de delincuencia organizada en la cárcel de Tocorón sin mencionar explícitamente al Tren de Aragua, la organización criminal que operaba allí.
A pesar de la operación, que involucró a 11 mil funcionarios de seguridad estatales, expertos y fuentes consultadas sugieren que no necesariamente implica el desmantelamiento de esta banda criminal. Esto lo afirman sustentado en que los líderes de esta organización, conocidos como “pranes”, abandonaron la cárcel antes de la intervención de las fuerzas de seguridad. Esto plantearía interrogantes acerca de la efectividad de la operación.
De acuerdo con fuentes extraoficiales, Héctor Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, y Josué Ángel Santana Peña, alias Santanita, se retiraron de Tocorón aproximadamente una semana antes del operativo.
Conversaciones previas, ¿sí o no?
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) reveló que hubo conversaciones previas con Guerrero para negociar la toma.
Afirmaron además que el despliegue de seguridad comenzó días antes de la operación en las comunidades cercanas.
Una hipótesis del posible trasfondo
La periodista de investigación Ronna Rísquez sugiere que varios factores pueden estar detrás de esta intervención, incluida la presión internacional para tomar medidas contra el Tren de Aragua. En un video publicado el mismo día del operativo, Rísquez señaló que el Gobierno busca legitimarse a nivel internacional y que autoridades de países como Colombia, Perú y Chile han exhortado públicamente a Venezuela a que actúe contra esta organización criminal, que ha expandido sus actividades más allá de las fronteras venezolanas.
Rísquez también cuestionó la proporción de 11 mil funcionarios de seguridad enviados a una cárcel con una población penitenciaria de aproximadamente 5 mil personas, sugiriendo que esto podría ser un reconocimiento implícito de la magnitud del problema que enfrenta el gobierno.
“Caos penitenciario” de larga data
Por su parte, el abogado Carlos Nieto Palma, de Una Ventana a la Libertad (UVL), señaló que la intervención en Tocorón evidencia el caos en el sistema penitenciario venezolano y la negligencia que permitió que una banda como el Tren de Aragua prosperara con una amplia gama de actividades delictivas.
Magaly Huggins, criminóloga y coordinadora de investigación de UVL, coincidió en que el problema en Tocorón es de larga data y cuestiona por qué el Gobierno demoró en tomar medidas.
Esta intervención en Tocorón se suma a una serie de operativos en otros lugares del país donde los líderes criminales han logrado escapar, lo que plantea interrogantes sobre la capacidad del Gobierno para abordar eficazmente la delincuencia organizada en Venezuela.
Con información de El Pitazo, en un texto escrito por Liz Gascón y Rosanna Battistelli titulado “Tocorón: ¿qué hay detrás de la intervención del centro de operaciones del Tren de Aragua?”
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