Rehabilitación de tarjeta de la MUD no tiene sentido si no hay alianza

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Foto: El Estímulo

Para el ex coordinador de la Mesa de la Unidad Democrática Jesús «Chúo» Torrealba, la rehabilitación de la tarjeta electoral de esa coalición opositora por parte del CNE «es un gesto positivo y que debería incrementar la disposición de buena parte de la ciudadanía a participar política y electoralmente».

Destacó que esta tarjeta «es la más votada en la historia política de Venezuela, en el año 2015 esa tarjeta sacó más votos que el difunto presidente Chávez incluso en sus más exitosas competencias electorales, pero es una tarjeta de una alianza que hoy no existe, fue disuelta por quienes la integraban».

Sin embargo, fue acucioso al afirmar que «este gesto no es espontáneo, no es intempestivo, no es una ocurrencia súbita del rector Pedro Calzadilla, creo que es evidente que esta decisión forma parte de un conjunto de gestos políticos que se han venido produciendo en el marco de las negociaciones que se están dando a nivel nacional e internacional».

En diálogo con Radio Fe y Alegría Noticias Torrealba saludó también «la existencia de ese proceso de negociación» para encontrar una «solución pacífica, política y electoral» a la actual crisis venezolana.

En ese sentido, cree que los resultados y la eficiencia del proceso de negociación serían más rápidos «si fuese asumido de manera integral por la totalidad de sus protagonistas», pero lamentablemente, según asegura, «ha sido asumida de forma avergonzante por quienes forman parte de ese proceso».

Sostuvo que quienes participan de esta jornada lo hacen «y no lo dicen con claridad, están negociando y sin embargo esgrimen discursos con una cierta dureza para congraciarse con sus bases y sectores más radicales».

Desde esta perspectiva puso ejemplos como la conformación de un CNE un poco más plural que las veces anteriores, la liberación de presos políticos, «el reconocimiento del carácter criminal en la muerte de varios opositores».

Por ello planteó que es importante distinguir entre la opacidad y la cautela en todo proceso de negociación. «Ciertamente en un proceso de negociación delicado y arduo hay que cuidar que no se dé entre micrófonos y reflectores porque eso perturba el proceso mismo, eso implica prudencia y cautela en el manejo de los contenidos».

Pero si se está en un proceso de negociación «es importante asumir que se está en eso, el proceso no puede ser en sí mismo objeto de la vergüenza de quienes en él participan, tiene que haber compromiso en la negociación misma, todos deberían estar buscando su éxito a menos que sean unos farsantes en ese proceso por razones oscuras y terceras».

No obstante, consideró que en el ámbito opositor se debe plantear como propósito principal reunificar la alianza «y decirles al sector que les escucha que las condiciones han cambiado y que están transitando algo distinto al discurso que han venido sosteniendo».

Aseveró que hoy en día no está planteado por parte del gobierno «volver polvo cósmico a la oposición ni por parte de esta poner como condición primera el cese a la usurpación para poder avanzar en cualquier otra dirección».

Por esta razón propone que el liderazgo «precario venezolano» tiene el reto de ejercer una nueva política «desde la inteligencia y no desde la manipulación de las emociones».

El también conductor de un programa de radio fue lacónico al decir que «la oposición se vence asimismo con su indecisión frente al proceso electoral».

En este aspecto señaló que pese a los desórdenes e irregularidades que se registraron en la jornada de postulaciones del PSUV, la organización roja «está montando su maquinaria mientras que fuerzas importantes de la oposición están pendientes de lo que dice Estados Unidos o de lo que dice Borrell o muy pendientes de lo que pase en Madrid, Miami, Bogotá y Washington, eso le da un amplísimo margen de maniobra al gobierno y por eso se atreve a hacer estas y otras concesiones».