La ONG Provea denunció este domingo 2 de marzo que ya van tres años de “estancamiento” del salario mínimo venezolano, que continúa en 130 bolívares mensuales y que equivalen a 2 dólares según el tipo de cambio oficial.
El gobierno no hace reajuste del salario mínimo desde el año 2022, pero que se complementa -en el caso de los empleados públicos- con el pago de bonificaciones de hasta 130 dólares que no tienen incidencia laboral y que tampoco cubren la canasta básica.
La organización afirmó a través de su cuenta en X que luego de tres años de estancamiento, el ahorro de las familias venezolana sigue en demolición y que en su lugar se abrió el camino “a una agresiva bonificación del ingreso” que se ampara “en la construcción de una narrativa oficial que intenta sustituir conceptos para justificar el despojo de conquistas”, agregó Provea.
Según Provea, para el gobierno de Nicolás Maduro el salario dejó de existir y aseguró que desmanteló “la institucionalidad de la negociación colectiva”, un derecho que se ampara en el Convenio 154 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), del que Venezuela forma parte.
A juicio de la organización, Maduro impuso un “modelo económico opaco” y que se divorció “de los intereses de las grandes mayorías y negador de los derechos de los trabajadores, mediante un aparato represivo”.
Según expertos en economía, Venezuela no tiene la capacidad para aumentar el salario mínimo a un monto inicial de 200 dólares mensuales, como exigen los sindicatos, por las limitaciones económicas del país y el gasto público que representaría para el Estado.
Con información de EFE
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