El número de migrantes que fallecieron ahogados debido a la crecida de un río en una zona del Caribe de Panamá aumentó a 16, según los últimos detalles divulgados este jueves 25 de julio. Los cuerpos aún no han sido recuperados debido a que supuestamente fueron enterrados sin notificación previa.
“La ruta no es la del tránsito controlado de migrantes. Y el número es 16 (de fallecidos). Alguien o un grupo del área procedieron a enterrar sin dar parte a nadie para tapar el problema, cosa que no se logró tapar”, declaró el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, en su rueda de prensa semanal.
Las fuerzas de seguridad panameñas informaron el pasado 24 de julio que los migrantes llegaron procedentes de Colombia, tomando una ruta más corta a través de la selva del Darién en su camino hacia el norte de la región.
La información que obtuvieron las autoridades proviene de testimonios de habitantes de la comunidad de Carreto, quienes dijeron que enterraron a los migrantes cerca del pueblo. El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) sugirió que estos cuerpos pudieron ser sepultados para encubrir nexos criminales con el tráfico de personas.
Desde el momento de conocerse la información, las autoridades han trabajado en investigar este hecho y encontrar los responsables de enterrar los cuerpos, puesto que cometieron un delito.
El suceso ocurrió en la llamada ruta de Carreto, en el Caribe panameño, una ruta costosa donde los migrantes pagan hasta 550 dólares para tomar un bote desde Capurganá, Colombia, hasta esa comunidad. Luego, deben caminar durante dos o cuatro días por la selva para llegar a la comunidad indígena de Canaán Membrillo, según Médicos Sin Fronteras (MSF).
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