Ismael Cala: “Una vida fácil no hace crecer a nadie”

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Foto: Lenys Martínez

El periodista e inspirador cubano, Ismael Cala, estuvo esta semana en Venezuela para presentar Manifiesta tu destino, una conferencia de crecimiento espiritual y humano que llevó el 15, 16 y 17 a las ciudades de Valencia, Maracaibo y Caracas.

Antes de esas presentaciones tuvo un encuentro con los periodistas y medios de comunicación a su llegada a Venezuela. Prácticamente, durante la rueda de prensa, dio una charla motivadora, además de expresar su agradecimiento por el trato y la amabilidad que recibió de todas las personas.

“¡Qué lindo verles! Yo creo que no hacíamos una rueda de prensa en Caracas desde hace nueve o diez años así con tanta gente y colegas. Emocionadísimo quiero comenzar dando las ¡gracias!”, expresó Cala en su entrada al escenario del restaurante MoDo en Caracas.

Foto: Lenys Martínez

Cala comenzó diciendo que eventos como los que está presentando, a su juicio es, “dar un granito de arena en la conciencia de la sociedad, en las personas que van y multiplican los efectos de estos en sus familias, empresas, vecindarios y que van a cambiar algo en ellos, mientras que los demás van viendo el cambio, la diferencia de uno en uno”, expresó sonriente y bastante conversador y amable con la prensa que se dio cita.

Cala precisó que Manifiesta tu destino representa una experiencia que sintió la necesidad de compartir con el mundo cosas que le ocurrieron durante su adultez, en cómo estamos hablando ahora y que además estudió varias tendencias filosóficas para poder darse cuenta de que “la verdadera sabiduría es lo que somos y lo que hacemos”, en vez de “dime qué haces y te diré quién eres”.

Un mundo de almas que migran y cuerpos que fluyen

Cala señaló que el concepto de la palabra “destino” está vapuleado y tergiversado. ¿La razón? “porque hay mucha gente que se cree importante de su destino y que se cree víctima del lugar donde nació, o de su familia, o del pueblo que vio nacer y piensa que debe quedarse ahí todo el tiempo cuando sabemos que este es un mundo de almas que migran y cuerpos que fluyen”.

A su juicio, “destino” es un concepto que le preocupa un poco porque ha escuchado a varias personas expresar sobre lo que le deparará el destino porque “es algo a lo que yo no puedo agarrar y tener cierto control sobre eso. El destino tiene una barajas como un juego de azar y nosotros somos los que entendemos como jugar con esas cartas, qué hacer con ellas y cómo interpretarlas”, dijo.

Ante esto, precisó que Manifiesta tu destino se basa en siete aspectos que los seres humanos tenemos que estudiar y tener presentes para no ser víctimas del juego de azar y ser más observadores, conscientes y co-creadores de la realidad. Aspectos que Cala asegura que son para reescribir “la historia de tu vida, de firmar un contrato de éxito verdadero”, pero que esto no es solo con cosas materiales, sino también con paz, con la misión de ser útil y dejar enseñanzas a los demás.

“Una vida fácil no hace crecer a nadie”

Para él, el destino ideal es “cuando te das cuenta que usas todo el potencial que tiene un ser humano para crear una vida extraordinaria y que deje un nivel de conciencia. Una vida fácil no hace crecer a nadie, te toque lo que te toque te dará carácter, temple, herramientas y sabiduría para poder sortear los obstáculos”, dijo y añadió que en la vida hacen falta los problemas, porque desde ellos, nos permitirá ser innovadores, resolutivos, curiosos. “Son pruebas que nos llevarán a un siguiente nivel de entendimiento y de conciencia”, apuntó.

“Con una vida fácil la persona pierde el sentido del esfuerzo y el sentido del autoconocimiento para superarse a sí mismo. El destino ideal es una evolución constante”, afirmó.

Durante el encuentro con los medios de comunicación, Ismael Cala comentó sobre tres elementos importantes que acechan a la sociedad: el egoísmo, la avaricia y la apatía. Sobre éstos señaló que para muchos no les es suficiente con lo que tienen y siempre quieren más (egoísmo), mientras que con la avaricia, otros acumulan y acumulan cosas que luego no lo pueden usar mientras que a otros les hace falta y aquí también mencionó al dinero, pues considera que éste se hizo “para que circule. El dinero es una energía que fluye”.

Foto: Lenys Martínez

En cuanto a la apatía resaltó que es cuando las personas dicen “mejor un mal conocido que un bueno por conocer” y que “todo tiempo pasado fue mejor”, y es ahí cuando en las cabezas entra ese virus, el de la desesperanza aprendida. ¿Por qué? Porque esa/s persona/s perdieron la fe en su destino y en la capacidad de transformar su realidad actual.  “La realidad de hoy no tiene que ser la de mañana, nada es estático, todo es un campo de probabilidades”, comentó y añadió que hay cosas que llevan tiempo y que se deben ignorar los atajos porque los atajos son facilistas.

La inteligencia artificial no reemplazará la empatía ni compasión

Esta ocasión resultó propicia para que saliera el tema que está en la palestra: la inteligencia artificial. Para Cala, los ChatGPT ayudan a ahorrar tiempo de investigación, e inclusive pueden crear historias, relatos, poemas y que aunque valora mucho la tecnología, a la inteligencia artificial le costará mucho reemplazar la empatía, compasión, conexión, el corazón a corazón.

“Ocupémonos más por trabajar nuestra coherencia, mente, cerebro, corazón; preocupémonos más porque esta revolución de los software se están comiendo al mundo.  Empecemos a bajar nuestro centro de comando no solo desde la lógica, sino a la magia de la intuición, de la creatividad y del corazón”, pidió.

El ser humano sí puede modificar su actitud

En ese sentido, precisó que como seres humanos no debemos confundirnos con la rapidez e inmediatez que ahora nos impone la tecnología y puso de ejemplo que soñó con llegar a las pirámides de Egipto. Un sueño que decretó cuando él tenía 17 años, pero tuvieron que pasar dos décadas para alcanzarlo y que lloró el día que lo logró porque se dio cuenta que el tiempo es una ilusión y que “uno se pone la visión del tiempo que tiene que ser mañana, para ya. Hay que seguir fluyendo y viviendo”, dijo.

De tal modo, Cala piensa que el ser humano sí puede modificar su actitud, sus pensamientos, su posibilidad de cambio y que la puerta del cambio tiene una sola cerradura y quien la puede abrir es esa persona que quiere cambiar y a la vez inspirar a otros.

“No importa que estés en un barrio violento, no importa que tus padres sean de escasos recursos. Tienes la resiliencia de superar ese bache, visualizar un futuro diferente y co-crearte un destino de expansión”, puntualizó.

¿Vivir en una burbuja?

Cala comentó que en varias ocasiones le han dicho que él vive en una burbuja, pese a que el conferencista ha dicho en múltiples ocasiones lo que ha pasado en su vida familiar y mucho más en su país natal, Cuba, una nación presa de oportunidades para todos los ciudadanos. Sin embargo, venció sus propios baches, salió adelante y ahora es inspirador para otros. Confesó que prefiere el término de “inspirador” y no “motivador”.

Cuando le dicen que vive en una burbuja, él responde que sí, a excepción cuando está metido de cabeza en la Fundación Cala que alberga a jóvenes vulnerables de las zonas más empobrecidas de algún país. “Ahí conozco la realidad. Uno sabe cuál es la energía de un país cuando hay desesperanza a todo nivel, cuando hay apatía se ve a todo nivel”, dijo.

Adicional a ello, precisó que cuando la energía fluye, hay una creación diferente que se permea. “Mi intención es ver en algún momento ese aeropuerto (Maiquetía) lleno de turistas que quieran venir a descubrir los grandes tesoros que tiene Venezuela”, añadió y resaltó lo bien que lo trataron a su llegada, sobre todo un empleado de los sanitarios del terminal aéreo que le dijo con una sonrisa: “¡Bienvenido a Venezuela!”.

Cala cerró su ciclo de conferencias de Manifiesta tu destino en Caracas, específicamente en el nuevo espacio para eventos en el Centro Comercial Líder. Cerca de las 8:00 pm apareció un enérgico Ismael Cala, de 53 años de edad, para inspirar a todas las personas que se dieron cita para escuchar los siete aspectos: pensamientos, círculo de influencia, banda sonora, lo que consumes, entorno, la palabra y gratitud, elementos que considera esenciales para la frecuencia vibracional de cada ser humano.

Foto: Lenys Martínez

Hay que ser más líderes que víctimas

En cada uno de estos aspectos mostró el por qué la persona debe ser más líder que víctima, en cómo es necesario alejarse de aquellos que no van en el mismo norte de crecimiento (que no significa dejar de querer a una persona, sino simplemente continuar en el objetivo de expansión y de no estancamiento), en cómo moverse en el círculo indicado de influencias, es decir, saber elegir con quiénes rodearse: con vampiros emocionales o personas vitaminas.

Manifiesta tu destino duró cerca de tres horas, tiempo en el que interactuó siempre con el público, donde también presentó dinámicas de baile, meditación, risas, y de conocer a las personas alrededor.

“Hay que permitir que desde ese corazón salga la tristeza estancada para poder volver hacia el centro del corazón, ese epicentro que es un manantial poderoso de miel y luz que nos hace ser seres humanos llenos de bondad, generosidad y solidaridad hacia el otro”, comentó.

Para finalizar, recordó a todo el público que debemos agradecerle a Dios por un nuevo despertar cada día, porque simplemente hay otros que no lo logran. Así como también a comprometerse que, a partir de ese momento y todos los días, deben recordar que “cada latido del corazón es una firma divina que apuesta a seguir superándote y encontrándote tu potencial de existencia. Agradece a Dios, agradece por tus seres queridos por el apoyo para levantarte. Sonríele a la fiesta de la vida, a los deseos. Dios es amor, ¡hágase el milagro!”.

Y tú… ¿Eres persona vampira o vitamina?

Foto: Lenys Martínez

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