Los bombardeos sobre Gaza con unos 3.000 cohetes que lanzaron desde la Franja a Israel, marcan el inicio de una guerra que explotó este sábado 7 de octubre que deja hasta ahora más de 430 personas muertas entre ambos lados.
Al pueblo de Israel lo tomaron desprevenido en una ofensiva por tierra, mar y aire por parte de milicianos palestinos de Gaza que atacaron el área fronteriza y avanzaron ante el desconcierto del Gobierno y el aparato de seguridad israelí.
Las milicias palestinas lanzaron al menos 3.000 cohetes a territorio israelí que impactaron en áreas israelíes cercanas pero también en el centro de Israel y urbes como Jerusalén o Tel Aviv, reseñó la agencia de noticias EFE.
El ataque resultó un duro golpe para el Ejecutivo israelí. Por su parte, el líder de la oposición, Yair Lapid, ofreció formar un Gobierno de unidad al primer ministro, Benjamín Netanyahu, quien a su vez instó a Lapid y al diputado centrista Beny Gantz a juntarse en “un amplio gobierno de emergencia”.
Netanyahu se reunió con el Gabinete de Seguridad
Netanyahu estableció una reunión con del Gabinete de Seguridad, para valorar cómo las fuerzas israelíes siguen actuando ante una noche que se prevé dura.
A ello se sumaron los ataques aéreos de represalia israelíes sobre Gaza, que junto a los combates en la zona, acabaron con la vida de unos 200 palestinos e hirieron a unas 1.700 personas.
Israel también atacó dos altas torres de la Franja que quedaron demolidas, y las autoridades israelíes cortaron la electricidad que suministran al enclave. A eso se suma el paro de su principal central eléctrica, que reducirá las horas de luz de Gaza a solo 4.
En Gaza, la gente se refugió en sus casas, y miles de personas huyeron de la parte norte para alojarse en escuelas de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos.
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