La señora Carmen Figuera, vecina de la comunidad Los Rastrojos, una zona fluvial de Tucupita, denunció las necesidades que están viviendo los 50 habitantes de ese sector, las cuales se han prolongado en el tiempo.
Centro de salud y escuela
De acuerdo con Figuera, el dispensario (centro de salud) de la comunidad se encuentra abandonado desde hace varios años, sin insumos médicos ni ambulancia. Una enfermera jubilada es quien atiende en el lugar, pero la falta de medicamentos le impide realizar su trabajo adecuadamente.
Otra situación preocupante es la de la escuela local. Según Figuera, desde hace 10 años la institución educativa no cuenta con mesas, sillas, pupitres ni transporte fluvial para llevar a los niños de Casupal, una población cercana, hasta esa escuela.
Malezas y oscuridad
Las malezas en los caminos y la falta de energía eléctrica son otras de las carencias que afectan a las familias de Los Rastrojos. Figuera explica que actualmente los caminos están llenos de malezas y que la comunidad ha estado sin luz durante más de 15 años.
Falta la papa
Figuera también aseguró que los alimentos del Clap llegan a la comunidad solo cada dos o tres meses. “La comunidad está en pleno abandono”, manifestó.
Sigue todas nuestras entrevistas y la información que se produce desde las regiones uniéndote a nuestros canales de Telegram, WhatsApp y descarga nuestra APP.