Durante los días más severos de escasez generalizada en Venezuela, entre los años 2016 a 2019, el centro San José Obrero, una obra de acción comunitaria de los sacerdotes claretianos en El Triunfo, municipio Casacoima del estado Delta Amacuro, estuvo bajo los ataques delictivos y vandálicos jamás vistos en esta localidad. Había temor, desolación, desesperanza… Pero pronto todo cambiaría y para siempre de la mano de la Iglesia católica y las comunidades.
El misionero claretiano Francisco Javier Herrera compartió parte de la experiencia que surgió de la mano de la fe y el accionar comunitario y, tras proponer un resurgimiento de este centro a la gente y a algunas organizaciones como, Proclave y Cáritas, lograron rescatarlo de los ataques delictivos y vandálicos.
Primero recuperaron el techo, luego los baños y finalmente habilitaron dos consultorios, donde ya han atendido emergencias. De hecho, esta iniciativa sanitaria es una de las alternativas más seguras y confiables en la zona.
El espacio cuenta con dos consultorios y una farmacia, donde ofrecen servicios de medicina general, control prenatal, nebulización, control de niños sanos, análisis de azúcar en sangre, control de hipertensión, entre otras especialidades médicas.
Todas estas prestancias tienen un coste de 10 dólares; consta de la consulta con un médico especialista, con alta experiencia y confiable, más las medicinas o los insumos que hagan falta para la atención. El horario habilitado para los pacientes es de 8:30 a 11 de la mañana y de 2:30 a 4:30 pm, de lunes a viernes. Es el centro de salud mejor equipado y con un personal más completo: son tres médicos, dos enfermeros y un asistente en farmacia.
“Los diez dólares en realidad es una colaboración, porque sabemos que cualquier consulta con un médico especialista confiable en las grandes ciudades, superan los 40 o 50 dólares, sin medicamentos”, explicó el misionero Javier Herrera.
Sobre este servicio, los vecinos están contentos y no han apuntado ninguna queja acerca de esta iniciativa que llegó para quedarse, mejorar y crecer con el aporte de la comunidad y las organizaciones que quieran sumarse; pues el modelo administrativo y de gestión es transparente y ejemplar.
La sopa que no debe faltar
El centro San José Obrero también anima a la comunidad a organizar las sopas comunitarias. Esta se lleva a cabo con un aporte voluntario mensual en los sectores con mayores necesidades de servicios o alimentarios.
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