¿Cómo es vivir con cáncer en Venezuela?

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cáncer
Foto: Efecto Cocuyo

La falta de recursos económicos para acceder a un tratamiento médico para una enfermedad crónica es un malestar que padecen varias personas en el país. 

En esta oportunidad, Lusnuris Benítez contó al medio Efecto Cocuyo sobre su realidad viviendo con cáncer de ovario en etapa IV. 

Benítez fue diagnosticada por segunda vez de cáncer en mayo de 2024. A sus 42 años, Benítez depende de un bono gubernamental que apenas le alcanza para los pasajes de autobús necesarios para trasladarse desde la parroquia Coche hasta el hospital oncológico Luis Razetti.

“Tengo tres meses que me empezaron a poner las quimios, por falta de recursos, porque realmente no tengo como cubrir los gastos para hacerme las tomografías, me mandaron a hacer otros exámenes y no puedo pagarlos. Para ser honesta, yo ya no puedo esperar más y necesito ayuda”, expresó Benítez a Efecto Cocuyo.

Desde su primer diagnóstico a finales de 2019, Benítez tuvo que trabajar en diversos oficios, como ayudante de cocina y comerciante informal, para costear sus exámenes médicos. Sin embargo, la enfermedad le estaba generando dolores que la dejaron imposibilitada de trabajar.

“Cada consulta que yo iba me decían que tenía que hacerme un examen, entonces esperaba para poder reunir la plata. Por ejemplo, una tomografía con contraste me salía en 380 dólares. ¿De dónde iba a sacar yo? Tuve que esperar tres meses para hacerlo en el Clínico Universitario, pero ahí tenía que tener 50 dólares para poder comprar el contraste y que ellos me hicieran la tomografía”, explicó Benítez.

Lusnuris Benítez es solo un ejemplo de un problema generalizado

El caso de Lusnuris Benítez no es aislado. La doctora Ludmila Calvo, sobreviviente del cáncer, subraya que los organismos internacionales recomiendan iniciar el tratamiento máximo 90 días después del primer diagnóstico. Sin embargo, en Venezuela, muchas mujeres esperan hasta un año para acceder a un tratamiento debido a la falta de recursos y la escasez de cupos en centros públicos.

La doctora Calvo también resaltó que el sistema de salud pública en Venezuela enfrenta una serie de problemas graves, incluyendo hospitales oncológicos en estado crítico, servicios cerrados, escasez de medicamentos y déficit de personal.

Entre junio y julio de 2024, la crisis en el sistema de atención oncológica quedó evidenciada con la muerte de Mildred Varela, una activista de 53 años, y la protesta de un grupo de pacientes oncológicas frente al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) en Caracas por la falta de traztusumab, un medicamento esencial para el tratamiento del cáncer.

Maira Cárdenas, presidenta de la Asociación Civil Conquistando la Vida (Aconvida), informó que la mayoría de los pacientes dependen del IVSS para recibir medicamentos gratuitos. En el mercado privado, el traztusumab tiene un costo que oscila entre los 700 y 1.800 dólares, mientras que el salario mínimo en Venezuela es de apenas 3,6 dólares mensuales.

“Por día nos llaman de 10 a 15 mujeres solicitando eritropoyetina, que también está escasa en el Seguro Social. Es una ampolla que se coloca después de la quimioterapia para que no baje la hemoglobina. No la tienen y es costosa también, cuesta 130 dólares. La otra es filgrastim, que va en cadena de frío, tampoco se las entregan, eso es para que suban los glóbulos blancos”, detalló Cárdenas.

Asimismo, Cárdenas denunció la falta de protección laboral para las mujeres diagnosticadas con cáncer, quienes a menudo son despedidas y también enfatizó la importancia de que las personas diagnosticadas puedan acceder al tratamiento adecuado, pues “muchas mujeres no alcanzan a vivir más de cinco años tras el diagnóstico de cáncer”.

Con información de Efecto Cocuyo.

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