La vialidad, la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo, así como la poca distribución de combustible son los principales problemas que enfrentan los productores de las zonas del Páramo y Pueblos del Sur de Mérida.
Desde el Páramo merideño, Andrés Ramírez, presidente Asociación de Agricultores del Municipio Miranda, señaló a Radio Fe y Alegría Noticias que en la actualidad, el abastecimiento de gasoil y gasolina a la zona andina es insuficiente debido a que les otorgan 30 litros de combustible cada 15 o 22 días.
Recordó que Timotes es el principal centro de acopio de hortalizas que tiene Venezuela, por lo que condenó la inasistencia en la distribución oportuna.
“El tema productivo se torna cuesta arriba. Cada día empeora. La producción de nuestro municipio ha bajado al 40 %. Con respecto al tema combustible, nos llama mucho la atención que en otros municipios del páramo vemos con frecuencia el abastecimiento de combustible, pero nosotros nos surten cada 22 días, incluso casi al mes, sin tener nosotros esa disponibilidad”, comentó.
Sobre el tema de vialidad, explicó que las carreteras principales del municipio las nacionales, como la troncal 007, “están en completo abandono”.
Denunció también que las vías desde Timotes a Apartaderos están en pésimas condiciones.
¿Cómo ha afectado la brecha cambiaria?
El representante indicó que el aumento del dólar, y la diferencia que se registra entre el oficial y el paralelo, ha provocado una pérdida económica para los productores. Esto debido a la devaluación de la moneda nacional y a la cancelación tardía de los productos agrícolas.
Ramírez destacó que la mayoría de los merideños reciben ingresos de las cosechas vendidas entre tres y cuatro meses después de haberlas entregado a los comerciantes locales o de otras partes del país.
“Nos hemos visto bastante comerciales, ya que nuestros amigos comercializadores nos cancelan nuestras cosechas, las que ellos llevan a varios sitios del país, al Banco Central. Cuando vamos a las casas comerciales a comprar nuestros productos, cancelamos a un precio intermedio para seguir produciendo”, dijo.
Sostuvo que los trabajadores hacen la inversión “de contado” y no gozan del retorno del capital invertido “a tiempo”.
“Algunos supermercados del centro del país han llegado a nuestro municipio a realizar economía agrícola y se van endeudándonos las cosechas que les hemos vendido”, acotó.
Zona del sur
Esta misma realidad se presenta en los Pueblos del Sur de Mérida, localidades que sufren problemas en las vías de comunicación terrestre y el combustible.
El también exalcalde mencionó que en los municipios Arzobispo Chacón, Aricagua, Guaraque y Padre Noguera, se mantiene una distribución de gasoil y gasolina por números pares o impares de la placa, lo que genera que los productores compren cada 30 días.
Para Carlos Belandria, miembro del Cluster Café, la entrega del combustible es insuficiente a la cantidad necesaria para los vehículos, motos, motores, plantas, fumigación, motosierras, motobombas y otras herramientas.
Sobre la vialidad, manifestó que la capacidad de respuesta del Estado es “muy lenta” para la urgencia de la reparación de las vías, mismas que se encuentran deterioradas desde las lluvias del segundo semestre de 2023.
“No han terminado de consolidar el mejoramiento de esas vías, hay puentes que están caídos. El Estado está haciendo las reparaciones, pero todavía no funcionan y eso afecta a los productores”, señaló.
De acuerdo a Belandria, la brecha cambiaria ha afectado profundamente a los merideños, debido al aumento de los costos de producción.
“Evidentemente que los productores de café no están aislados. La situación económica de Venezuela, la inestabilidad de la tasa cambiaria, afecta a los productores y al consumidor”, dijo.
Aumento en los rubros
Explicó que la venta del café, cuyo precio por kilogramo ronda los 10 dólares americanos, se fija a la tasa del Banco Central; sin embargo, el retorno del capital tarda varias semanas, lo que genera una pérdida monetaria por el incremento del dólar en el país.
“Hace unas semanas que estaba en 36 (bolívares), no es lo mismo que hoy, cuando ya está en los 39. Tiene un significado en el punto de vista de que son más bolívares”, dijo.
Además, precisó que en las zonas rurales persiste el uso del dólar paralelo debido a la lejanía con las entidades bancarias, lo que está afectando su economía familiar y comercial.
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