El golpe de Estado fallido ocurrido en Bolivia sigue causando más detenciones mientras avanzan las investigaciones y se descubren nuevos actores que intentaron cambiar el Gobierno a la fuerza.
El grupo de los militares alzados estuvo al mando del ahora destituido comandante general del Ejército, Juan José Zúñiga. Este golpe de Estado fallido se registró el 26 de junio.
Según el Gobierno de Bolivia, por esta insurrección hay 21 detenidos, incluyendo tres excomandantes del Ejército, la Aviación y la Armada.
“Hasta este momento, hay un total de 21 personas aprendidas dentro del caso denominado golpe de Estado fallido”, afirmó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, en conferencia de prensa en la que presentó a los acusados ante los medios.
Uno de los últimos detenidos fue el chofer del vehículo blindado usado para embestir la puerta del Palacio Quemado (Palacio de Gobierno). En dicho vehículo se transportaban varios excomandantes, entre ellos, el general Marcelo Zegarra, quien fue jefe de la Fuerza Aérea Boliviana.
“El excomandante del Ejército Zúñiga no ha trabajado solo”, enfatizó el ministro de Gobierno al señalar que Zegarra fue aprehendido por orden de la Fiscalía al encontrar elementos que lo vinculan al caso y se presentó de forma voluntaria a declarar.
Sostuvo que las investigaciones del caso continúan con pesquisas que apuntan a posibles vínculos de la red golpista con figuras políticas del país.
Zúñiga, junto al excomandante de la Armada, Juan Arnez, fueron los primeros detenidos la noche del pasado 30 de julio.
Las autoridades bolivianas han anunciado que las detenciones continuarán mientras se ejecutan las órdenes de aprehensión pendientes
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