Jackeline Orozco, abuela de Ángel de Jesús González Fuenmayor, un joven oriundo del municipio Guajira, clamó por la libertad de su nieto y el regreso a su hogar en Venezuela, tras ser deportado el domingo 16 de marzo desde Estados Unidos a El Salvador.

“(Pido) la libertad para mi nieto y todos esos muchachos que están allí inocentes, como yo tienen que estar todas las demás madres afligidas y ansiosas porque sus familiares vuelvan a su hogar”, expresó Orozco desde el sector El Cerro, en la parroquia Elías Sánchez Rubio, municipio Guajira, estado Zulia.

Ángel emprendió su viaje a Estados Unidos el 20 de abril de 2024, con la esperanza de reunirse con una tía. A mediados de mayo llegó a México, donde trabajó durante cuatro meses mientras esperaba una cita de asilo a través de la aplicación CBP One, que dejó de funcionar en enero, cuando asumió el mandato presidencial el republicano Donald Trump.

Foto: Eira González | Radio Fe y Alegría Noticias.

Detenido por un tatuaje

El 19 de septiembre, cuando se presentó en la frontera, las autoridades estadounidenses le preguntaron si tenía tatuajes y, al responder que sí, lo detuvieron para investigar posibles vínculos con la banda criminal Tren de Aragua.

Tras meses en detención, un juez le realizó la prueba del miedo creíble, requisito para solicitar asilo, pero no la aprobó. Por este motivo, permaneció bajo custodia por seis meses hasta que firmó los documentos de deportación. Ángel creyó que lo enviarían primero a México y luego a Venezuela.

Su abuela relató que, el 14 de marzo, Ángel esperaba abordar un vuelo de repatriación, pero las autoridades lo suspendieron por “problemas climáticos”, según informó el ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello.

“Ya nos vamos, mami. Aquí estamos 21 personas que nos vamos de este sitio”, le dijo emocionado a su familia. Al día siguiente, llamó nuevamente, muy contento, y contó que un guardia les ordenó recoger sus pertenencias porque los devolverían a Venezuela.

Sin embargo, el 16 de marzo, su familia lo identificó mientras bajaba del avión de connacionales deportados desde Estados Unidos y las autoridades salvadoreñas lo trasladaban al centro penitenciario de máxima seguridad Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), donde lo señalaron como presunto miembro del “Tren de Aragua”, organización criminal declarada terrorista por la nación norteamericana.

“Creo que Ángel ni en todo su recorrido había sabido qué era el ‘Tren de Aragua’”, afirmó su abuela.

Acuerdo entre Washington y El Salvador

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció la deportación de 238 venezolanos a San Salvador, amparándose en la Ley de Enemigos Extranjeros, una normativa creada en 1798 en un contexto de guerra. 

Por su parte, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, confirmó la llegada de los deportados, a quienes calificó como “los primeros 238 miembros de la organización criminal venezolana Tren de Aragua”. 

Bukele también reveló que Washington acordó pagar 6 millones de dólares para cubrir un año de reclusión de estos supuestos criminales en su país.

Maduro los considera “secuestrados”

Este lunes 24 de marzo, el presidente Nicolás Maduro calificó la deportación como una “desaparición forzosa” y denunció que ni EE. UU. ni El Salvador han publicado la lista de los venezolanos detenidos. 

“Dícese que hay 238 venezolanos secuestrados en cárceles, campos de concentración, de El Salvador. Una semana después de haber sido llevados y lanzados en campos de concentración, ni el Gobierno de Estados Unidos ni Nayib Bukele han publicado la lista de a quiénes tienen secuestrados en El Salvador”, denunció.

Maduro exigió a organismos estadounidenses y a la ONU tomar medidas urgentes para garantizar los derechos humanos de los migrantes. 

Informó que un bufete de abogados salvadoreño introdujo un recurso de habeas corpus para solicitar la liberación de un grupo de detenidos. “Más temprano que tarde tendremos a todos estos venezolanos y venezolanas en su tierra, con su familia”, aseguró.

Desde febrero, un total de 1.118 venezolanos han sido repatriados en seis vuelos, según cifras oficiales. Entre ellos, 190 personas en un primer operativo, 176 que se encontraban en la base militar estadounidense de Guantánamo y otros 553 que fueron trasladados en dos vuelos desde México.

Con información de nuestra periodista Eira González y la agencia de noticias EFE. 

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