La situación económica y social en Venezuela ha orillado a muchos profesionales a buscar alternativas de trabajo para sobrevivir. Hecney Ramírez, abogado y coordinador de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de la Universidad Valle del Momboy, contó que los abogados no son la excepción y también se ven en la necesidad de “matar tigritos”, como se le dice a los trabajos temporales o informales que se hacen para complementar los ingresos.
El bajo salario que perciben los abogados en el país no es suficiente para cubrir sus necesidades básicas, lo que obliga a muchos a realizar asesorías adicionales, redactar documentos o incluso trabajar en sectores fuera de su profesión.
“Un abogado que está en la administración de justicia no puede redactar o hacer cualquier documento porque está en dedicación exclusiva. Hay abogados que se han asesorado, han ‘matado tigritos’ como se dice en Venezuela o simplemente salen de nuestros ejercicios profesionales y hacen varias cosas”, comentó en una entrevista con el programa El Ñénguere de Radio Fe y Alegría Noticias.
Ramírez, quien también es director y vicepresidente del Instituto de Estudios Jurídicos y Sociales “Dr. Cristóbal Mendoza” del Colegio de Abogados del Estado Trujillo, destacó que la actual situación en Venezuela afecta la calidad de vida de los profesionales del derecho.
El Colegio de Abogados del Estado Trujillo está tomando medidas para apoyar a sus miembros en esta difícil situación. Ramírez mencionó que están trabajando arduamente para salvar y ayudar al gremio, aunque reconoció que es un desafío significativo debido a la falta de recursos y apoyo institucional.
Fomentar los principios frente a un sistema de justicia poco garante
El abogado también expresó que el gremio está preocupado por la ausencia de garantía del sistema de justicia venezolano que afecta el acceso a la justicia, la defensa y el debido proceso.
A pesar de las adversidades, Ramírez subrayó la importancia de mantener los principios y valores que caracterizan a los buenos profesionales del derecho.
“No es fácil ser abogado en Venezuela. A veces el sistema de justicia está un poco dañado. Nosotros desde el punto de vista universitario estamos logrando que nuestros egresados se vayan con principios y valores, de manera que la mancha en nuestro ejército poco a poco se vaya borrando”, dijo.
El abogado hizo un llamado a sus colegas a actuar con transparencia y respeto, independientemente de las difíciles condiciones en las que se encuentren.
“Un abogado tiene que, a pesar de las adversidades y condiciones en las que estamos ejerciendo, actuar con principios, valores, el respeto y la transparencia porque eso es lo que nos caracteriza de buenos, excelentes y malos abogados”, sentenció.
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