La falta de medicinas en los hospitales públicos y el costo de las clínicas privadas de Tucupita, hace que las personas tengan que viajar a otras ciudades para ser atendidos.
La crisis sanitaria es generalizada, admiten; pero afirman que intentarlo en otra entidad podría tener más ventajas.
Carla González, una joven de apenas 24 años de edad, vive con su padre alquilando una casa en la capital del estado Delta Amacuro y deben viajar a Caracas para hacerse unos chequeos médicos y comprar medicinas.
Hace una semana, los médicos de un centro de salud público de Tucupita le diagnosticaron a González unos abscesos extraños debajo de sus axilas.
En Tucupita no existen laboratorios ni especialistas confiables como para determinar con certeza el origen de este tipo de tumores, por lo que ella decidió viajar.
El médico que la atendió les recomendó que buscaran ayuda en otra entidad para que le volvieran a realizar estudios rigurosos.
“Lo único que me dijeron es que buscara ayuda en otra parte”.
Los bajos ingresos monetarios de la familia impiden que la decisión se lleve a cabo fácilmente, “así como se dice”.
Hospital en crisis
El hospital de Tucupita no cuenta con medicinas. Se trata de un centro público de salud, donde apenas podrían tratar pequeñas afecciones.
“Aquí no hay nada”, suelen decir las enfermeras y los médicos de guardia. En reiteradas oportunidades, los mismos pacientes o sus familiares han advertido que ir al hospital de Tucupita, es sinónimo de tener que aportar todos los insumos requeridos.
A pesar de que la carencia sanitaria se presenta en todo el sistema público de salud venezolano, hay personas que tienen una mínima esperanza de lograr curarse acudiendo a otros hospitales.
Exiober Medina / Radio Fe y Alegría Noticias