Espiritualidad. Martes 23 de junio de 2020.
Por Norelis Manzanilla. Voz Alexander Medina
Creer, ¿para qué?
Los creyentes tenemos los mismos problemas y sufrimientos que todo el mundo, yo suelo decir, mi fe no me soluciona los problemas, pero me ayuda a verlos y vivirlos de manera diferente.
Esa confianza en Dios, cultivada día a día, revela una luz, un estímulo, un panorama nuevo para VIVIR.
El creyente puede acoger la vida cada mañana, como un regalo de Dios. La vida no es una casualidad, ni una lucha solitaria frente a las desgracias, Dios me regala un nuevo día y con él, me manifiesta el gran amor que me tiene, haciendo Vida esa frase de Jesús: “No temas, Aquí estoy”.
Es una vivencia que hoy, más que nunca, debemos sentir, con todo lo que está aconteciendo en nuestro mundo: pandemia, deficiencia de servicios básicos, alimentación… y lo que vendrá como consecuencia de lo que acontece.
El Creer, me ayuda a situar las cosas en su verdadera perspectiva y dimensión, para vivir con más hondura, ayudándome a fortalecer mi impotencia y pequeñez, invitándome cada día a vivir, amar, crear vida; a pesar de mi fragilidad, Dios me ayuda a enfrentar la vida más humanamente.
¡Creo Señor, pero aumenta mi Fe!
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
