El trabajo infantil es un delito. ¿Cuántos niños trabajan en Venezuela? La ley los protege, pero no hay cifras que visibilicen la vulneración del derecho.
Emmanuel Rivas, representante de Caleidoscopio Humano, explicó en el programa Háblame Bajito, que transmite Radio Fe y Alegría Noticias, que muchos menores de 18 años se ven obligados a dejar las escuelas para poder sortear la crisis y garantizar su alimentación y los servicios básicos.
El pasado 12 de junio se conmemoró el Día Mundial para Erradicar el Trabajo Infantil y en Caleidoscopio Humano documentan la realidad de los niños, niñas y adolescentes en medio de la crisis humanitaria compleja.
¿Cuántos niños trabajan en Venezuela?
Lo primero que se destaca sobre el trabajo infantil en Venezuela es que no hay cifras oficiales. Los últimos registros del Instituto Nacional de Estadísticas se publicaron en el año 2007, advirtió Emmanuel Rivas.
En ese momento, cerca de 81 mil niños, niñas y adolescentes estaban incorporados alguna actividad laboral. La organización estima que esta cifra se haya duplicado o triplicado, pero no hay datos oficiales.
Rivas considera que pudo aumentar por lo que se ve en las calles, en los semáforos, en los campos o realizando labores domésticas que atentan contra su integridad física.
Hace 17 años, los niños se dedicaban a trabajos de agricultura o a vender productos de manera informal en las calles.
Niños mineros
Por otro lado, Rivas hizo referencia a una estadística del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) que estima que unos mil trescientos menores de 18 años que están trabajando en las minas del estado Bolívar y Amazonas.
“Los niños realizan labores de buceo para ingresar a las minas de difícil acceso para una persona adulta”, dijo el experto, agregando que esta actividad pone en riesgo la vida de los niños.
En la actualidad, los niños siguen metidos en la economía informal, trabajando en las calles, ofreciendo servicios o revendiendo productos.
Trabajo infantil
El especialista aclaró que una cosa es darle responsabilidades a los niños y otra es explotarlos laboralmente.
Puso como ejemplo aquellas actividades laborales que pueden hacerse en períodos de descanso escolar sin que se vulnere el derecho a la recreación y sin que se le obligue a realizar esfuerzos que superen sus capacidades.
Lo que no se puede hacer es poner a los niños en el Arco Minero del Orinoco.
Rivas cuestionó que el Estado no publique las cifras de trabajo infantil porque esto invisibiliza la realidad que vulnera los derechos de la niñez. En este momento, tanto las niñas como los niños están siendo obligados a salir a las calles para ayudar a sus familias.
En el país, la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA) protege a la niñez a no ser víctima del trabajo forzado.
Sin embargo, Emmanuel Rivas explicó que la crisis generalizada tiene a los niños en el foco de la vulnerabilidad. Muchos de ellos son captados por bandas criminales que se dedican al tráfico de drogas, al contrabando o se los llevan con ofertas engañosas y terminan fuera del país viviendo en condiciones de exclavitud.
En el caso de las niñas, en el Arco Mineros se convirtieron en moneda de cambio entre las mafias y terminan bajo explotación sexual.
¿Qué hacer para sacar a los chamos de las calles?
El país tiene muchos retos y la mayoría pasan por la responsabilidad del Estado de recuperar los incentivos escolares, que los niños, niñas y adolescentes tengan motivos para querer estar en la escuela y que no dependa de ellos mantener la comida en sus hogares.
También es imperativo generar estrategias y crear condiciones para que las familias tengan cubiertas las necesidades básicas sin que esto represente un sacrificio.
Escuche la entrevista que ofreció Emmanuel Rivas a la periodista Carlota Rojas:
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