Cuidado de la casa común
Referencial

El 5 de junio se celebró el día mundial del ambiente, buen momento para hacer visible la urgencia en unir voluntades para cuidar el planeta y lo que nos toca en Venezuela. Recordar la invitación del papa Francisco, mencionar llamados de organizaciones ambientalistas, ver algunas acciones pro ambiente en escuelas y organizaciones que animan, invitar a los lectores a sumarse. Sobre esto van las líneas de esta semana.

“Alabado seas Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba” Citando el Cántico de las criaturas, de San Francisco de Asís, comienza el papa Francisco su Encíclica Laudato Si (2015), sobre el cuidado de la casa común. Hermoso llamado del papa, para creyentes y no creyentes, para que hagamos parte de nuestra vida cotidiana ese cuidado urgente por el planeta, la “casa común”, que nos abriga, pero que está muy maltratada y los efectos de ese maltrato los estamos sufriendo todos.

Esta mención de la Laudato Si, cuya lectura recomendamos, viene a cuento porque el pasado 5 de junio se celebró el día mundial del ambiente, decretado por al UNESCO desde la década de los 70 y que, dado los efectos del calentamiento global, con sucesivas tragedias para muchos, se hace urgente que nos detengamos a pensar en la necesidad de unirnos a favor del ambiente, que es lo mismos que decir a favor de las próximas generaciones y a favor de nosotros mismos.

Sólo mencionemos algunas expresiones de ese “maltrato” al ambiente en nuestro país: los grandes manchones dejados por la deforestación de miles de hectáreas, no sólo en el estado Bolívar por la política de explotación del oro y otros minerales, legalizada por el Arco minero del Orinoco, también se contaminan los ríos – la explotación de oro usa mercurio ; se deforesta en las ciudades, se cortan árboles por construcciones y no se reponen; no se protegen los parques nacionales suficientemente; y añada usted esta economía depredadora de la humanidad –fuera de los pueblos indígenas no criollizados que siguen cuidando su ambiente – que consume y consume sin necesidad.

Luisa Pernalete es miembro del Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín de Fe y Alegría Venezuela

@luisaconpaz

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