No da lo mismo dar los buenos días con un rostro sonriente a darlos con la cara seria. La sonrisa abre puertas, distiende, acerca, además, es contagiosa.
En estos tiempos venezolanos, en medio de una Emergencia Humanitaria Compleja, con múltiples preocupaciones, con malos o inexistentes servicios públicos, un día no tienes agua – o una semana – otro día se te va la electricidad a cualquier hora, por dos, tres y hasta 5 horas, como en mi caso en esta semana, con esas pensiones de hambre … añada usted los elementos que esta esta última semana le han generado preocupaciones, en este contexto pues, ayudar a bajar niveles de angustia, contribuir a su salud mental, tan afectada y poco atendida, es súper necesario.
La sonrisa, la risa, el sentido del humor, tienen valores pedagógicos, terapéuticos, y yo diría, sociales, pues cómo ayudan. No es gratuito que los reyes, con todo el poder que tenían, incluían en su corte a payasos, por ejemplo, reír les aliviaba dolores, entre otras cosas.
El primer domingo de mayo, se celebra el Día mundial de la risa, desde 1998, impulsado por el doctor Madon Katori, de la India, fundador del yoga de la risa. ¡Buena celebración, poco difundida!
Veamos algunos de los beneficios de la risa:
- Ayuda a drenar el estrés acumulado
- Aumenta la autoestima
- Mejora la digestión
- Mejora la ventilación de los pulmones
- Ayuda a relajar los músculos
- Libera hormonas de esas que promueven placer y bienestar, como la serotonina, la oxitocina, que mejoran el ánimo
- Reduce la posibilidad de problemas cardiovasculares, mejoran la circulación de la sangre…
¿Le parece poco? Debiera haber más estudios sobre los efectos de la risa y el buen humor, tendríamos más salud mental y física y mejores relaciones humanas.
Añado otros elementos que tienen que ver con la educación en el aula: mejora la atención de los estudiantes, distiende, ayuda a la relación alumnos/maestro… Un chiste, una anécdota graciosa a mitad de mañana, recoger chistes escolares – nunca burlas – o ejercicios de risoterapia, cómo ayuda en el salón de clases. Yo lo practico incluso en conferencias con madres y maestros. En educación para la paz, reír, sonreír, el buen humor, son herramientas útiles y diríamos que parte de la propuesta pedagógica.
Y añado también como la sonrisa y la risa ayuda a la convivencia pacífica en el hogar y la escuela. Si usted, madre o maestra, en vez de poner el dedo acusador y la mala cara cuando quiere algo de los hijos o de los alumnos, sonríe al decir lo que se aspira – que recoja los zapatos que dejó por ahí en el recibo o que ponga atención, en el caso del alumno – sonríe, habla suave, verá los efectos en su destinatario. Reír en familia ayuda mucho también.
Venezuela está necesitada de diálogo, cercanía, empatía, relación con otros desde buenos sentimientos. Reír, sonreír, ayuda mucho.
Enric Castellví, autor del El Taller de la risa, (Barcelona, España 2007), Psicólogo clínico, fundador de diverrisa.com, dice que el humor es un signo de inteligencia y además un síntoma de buena salud y equilibrio emocional. Además, prolonga la vida, Dice que “unas buenas carcajadas pueden equipararse a 10 minutos de ejercicio físico”. Además, decimos nosotros, ¡es gratis! Contagioso, abre puertas.
Hay que sospechar se esa gente que nunca sonría, de esos dirigentes que no parecen tener la sonrisa entre sus costumbres. Les recomiendo que, por la mañana, antes de saludar a su familia, sonrían unos segundos frente al espejo, terminarán con un rostro sonriente y lo obsequiarán a los que viven con usted. Mejores relaciones, mejor vida y más fuerza para enfrentar los retos cotidianos.
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