Una Palabra Oportuna No. 1378

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Tips para discernir la realidad. Lunes 27 de septiembre de 2021.

Por Antonio Pérez Esclarín.

La perversión de la política

Una de las peores perversiones de la política es utilizar las ayudas sociales para ganar lealtades e impedir de este modo el ejercicio de la ciudadanía.

Se implantan economías que multiplican la pobreza y la miseria y para mantenerlas, no para superarlas, se regalan limosnas para asegurarse con ellas lealtad. Por ello las limosnas no se reparten a todos por igual sino que se privilegia a los que demuestran mayor fidelidad. Junto a esto se cultiva la mentalidad de que mientras más pobre soy y más se ha demostrado mi adhesión y fidelidad, más gano el derecho a ser ayudado. Es decir, el bien esperado no es propiamente un derecho, hay que ganarlo, pero no se gana con trabajo si no con subordinación.

En la nueva democracia que debemos construir no queremos de limosna lo que nos pertenece por derecho, no queremos que nos cobren, como favores interesados, lo que son deberes institucionales. Cada vez más queremos participar, decidir por nosotros mismos, ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente, expresarnos libremente, acceder a los servicios y bienes públicos con igualdad de oportunidades, ser respetados y protegidos por las leyes e instituciones.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.