Espiritualidad. Miércoles 21 de julio de 2021.
Por Antonio Pérez Esclarín.
El liderazgo ignaciano
El liderazgo ignaciano es un liderazgo de servicio. Ayudar a las personas a buscar la voluntad de Dios, a vivir en una actitud de éxodo permanente para seguir con radicalidad a Jesús y su proyecto exige líderes que inspiren confianza, crean en las personas, promuevan la creatividad y la autonomía.
El líder ignaciano es osado, desafía el orden establecido y trata de transformarlo según el proyecto del Padre, que quiere vida abundante para todos.
Procura que las personas se sientan bien, se identifiquen, se comprometan y crezcan. Da a sus seguidores una causa por la que vivir y esforzarse.
El líder supera el autoritarismo y el paternalismo. No genera dependencia, sino que estimula la creatividad y a la proposición. Delega, otorga responsabilidades, exige, confronta. Cree que todos tienen valores que aportar y les ayuda a desarrollarlos. Empático, tiene la capacidad de situarse en la posición de los demás para comprender antes de enjuiciar. Por ello se esfuerza para que las personas se sientan tomadas en cuenta, valoradas y reconocidas. Busca ser de gente ordinaria gente extraordinaria porque en definitiva liderar es servir.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
